La primera escuela pública sustentable de Uruguay y de América Latina –en la medida que es absolutamente autosuficiente en energía eléctrica, agua potable y calefacción– que funciona desde marzo pasado en el balneario Jaureguiberry, departamento de Canelones, completó su local con la inauguración del edificio anexo que integra el proyecto, sumando el salón comedor y multiuso, la cocina, la dirección, baños y un corredor que une el nuevo sector con el construido con materiales reciclables.

PRENSA PRIMARIA Fuente: Secretaría de Relaciones Públicas -CODICEN

La experiencia constructiva inédita para nuestro país y el continente, concretó una idea desarrollada por un conjunto de personas, cuya sensibilidad hacia la preservación del medioambiente les permitió concebir un proyecto innovador, que diera cobijo a los primeros pasos de la capacitación y formación de futuros ciudadanos.

La Escuela Rural N° 294, cuenta actualmente con un total de 43 alumnos desde Nivel Inicial de 4 años a 6° año, a cargo de tres docentes. La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) celebró la inauguración de una nueva escuela pública en el departamento de Canelones, que no es una escuela rural más, sino un modelo educativo que permite a los alumnos y a las familias de Jaureguiberry desarrollar la reutilización de los residuos, el aprovechamiento de los recursos naturales y el respeto hacia el medio ambiente.

El novedoso local, está ubicado en el ingreso principal del referido balneario canario, frente a la Ruta Interbalnearia, en el límite con el departamento de Maldonado.
La obra se realizó mediante el reciclaje de materiales reunidos por los vecinos de la zona –alrededor del 60% de los insumos utilizados–, con la colaboración de unos 100 voluntarios que llegaron de 30 países, quienes trabajaron durante un mes y medio soportando el caluroso verano que vivió la costa canaria. Asimismo, fue invalorable el aporte de distintas instituciones públicas y el apoyo de empresas privadas.

Esfuerzo compartido

Durante la celebración, María Eugenia –alumna de 4º año– compartió la presentación de las diferentes propuestas artísticas de sus compañeros, cálidamente recibidas por la numerosa concurrencia, y también a los distintos oradores.

En ese sentido, la maestra Luisa Alvarez –directora de la escuela–, visiblemente emocionada, señaló que la jornada fue “significativa”, al tiempo que representa “un hito” para el futuro del centro educativo.

Sostuvo que el logro se trata de un “esfuerzo de diferentes actores sociales, que lo convirtieron en parte de su vida”, porque “los gestores de este proyecto hicieron una elección de vida, solidaria, para forjar el bien común”, concretando “un magnífico edificio, cuya realidad supera nuestros sueños”.

“Este es un proyecto que tiene grandes desafíos, mirando hacia el futuro. Aquí se desarrolló el concepto de sustentabilidad, con la familia involucrada en el aprendizaje de sus hijos”, precisó la docente.

La presidente de la Liga de Fomento del Balneario, Ana María Faedo, representando a la institución cuya participación fue crucial, motivadora y sustancial para concretar el proyecto, agradeció el compromiso de la comunidad vecinal y de los distintos actores que apoyaron y trabajaron por la iniciativa.

“La generación espontánea no existe, ni en las ciencias de la naturaleza ni en las ciencias sociales. Todo es una acumulación de esfuerzos”, enfatizó.

Por su parte, la consejera del Consejo Directivo Central (CODICEN), Laura Motta, recordó las diversas reuniones que se desarrollaron, a partir de 2010, con los responsables del proyecto a efectos de la presentación de la idea y sus posibilidades de concreción.

“En el Consejo compré la idea de construir una escuela sustentable”, señaló la jerarca. Luego que comenzó la construcción, visitó el lugar, en el que “me encontré con una Torre de Babel, por los distintos idiomas que escuché mientras trabajaban en la obra”.

Motta afirmó que en el ámbito de la escuela pública “seguimos con las tradiciones, pero innovamos en lo constructivo y en la materia pedagógica. Aquí se da lugar a la construcción de ciudadanía global, con una mirada de sustentabilidad”.

Imaginar lo imposible

En la bioconstrucción sustentable de 270 metros cuadrados –que estuvo a cargo del arquitecto estadounidense Michael Reynolds, director de Earthship Biotecture– participaron voluntarios de 30 países, y se utilizaron 2.000 neumáticos, 5.000 botellas de vidrio, 2.000 metros cuadrados de cartón y 8.000 latas de aluminio. Tiene tres aulas, dos baterías de baños y otros servicios.

El proyecto surgió a través de la organización uruguaya Tagma, que contactó a Reynolds y presentó la idea ante la ANEP. El gobierno de Canelones aportó y acondicionó el terreno, y la financiación fue facilitada por la donación de siete millones de pesos de la empresa Unilever.

La electricidad es generada por paneles fotovoltaicos y molinos de viento. El techo del edificio tiene una superficie destinada a la recolección de agua de lluvia, que posteriormente se almacena en cuatro tanques, desde los cuales pasará al proceso de potabilización. Asimismo, la estructura cuenta con invernaderos internos, que permitirán la producción de alimentos y plantas.

La estructura fue concebida de tal forma, que ofrece diversas herramientas a los maestros para planificar y ejecutar distintos proyectos educativos en los que estarán involucrados los escolares. Precisamente, los niños sostienen que “con las botellas que no usamos y otros materiales construimos una escuela pública”.
Los responsables primeros de la iniciativa, recordaron que al comienzo “fue como pensar en un viaje a la luna”, pero “con este proyecto pudimos dejar de protestar y comenzar a construir”, porque “creamos una escuela pública igual a la que hubiéramos querido cuando éramos niños. Lo que sucedió aquí es una demostración de lo que puede conseguir el relacionamiento humano”.

En el marco de la inauguración oficial de la Escuela Rural N° 294, la empresa de televisión satelital DIRECTV, que lleva adelante con el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) el proyecto “Escuela Plus” –una iniciativa de televisión con programación educativa que se desarrolla en cientos de escuelas rurales del país– puso en operación la instalación de seis paneles solares, los que se suman a los doce que ya tenía la Escuela.

De esta forma, la escuela puede adherir al programa “Escuela Plus Solar”, transformando a la escuela sustentable de Jaureguiberry en la quinta “Escuela Plus Solar” del proyecto “Escuela Plus” en América Latina y la primera en incorporarse en Uruguay.